miércoles, 26 de agosto de 2009

La Laguna del Inca
Escondida en las alturas de la Cordillera de los Andes, en Portillo, se encuentra una hermosa laguna que hoy se conoce como Laguna del Inca. Algunas personas aseguran que sus tranquilas aguas color esmeralda se deben a una romántica historia de amor.
Antes que los españoles llegaran a estas tierras, los incas habían extendido sus dominios hasta las riberas del río Maule, y como se consideraban hijos del Sol, las cumbres andinas eran el escenario ideal para realizar sus rituales y ceremonias religiosas.
Según cuenta la leyenda, el inca Illi Yupanqui estaba enamorado de la princesa Kora-llé, la mujer más hermosa del imperio. Decidieron casarse y escogieron como lugar de la boda una cumbre ubicada a orillas de una clara laguna. Cuando la ceremonia nupcial concluyó, Kora-llé debía cumplir con el último rito, que consistía en descender por la ladera del escarpado cerro, ataviada con su traje y joyas, seguida por su séquito. Pero el camino era estrecho, cubierto de piedras resbalosas y bordeado por profundos precipicios. Fue así como la princesa, mientras cumplía con la tradición, cayó al vacío.
Illi Yupanqui, al escuchar los gritos, se echó a correr, pero cuando llegó al lado de la princesa, ella estaba muerta. Angustiado y lleno de tristeza, el príncipe decidió que Kora-llé merecía un sepulcro único, por lo que hizo que el cuerpo de la princesa fuera depositado en las profundidades de la laguna.
Cuando Kora-llé llegó a las profundidades envuelta en blancos linos, el agua mágicamente tomó un color esmeralda, el mismo de los ojos de la princesa. Se dice que desde ese día la Laguna del Inca está encantada. Incluso hay quienes aseguran que en ciertas noches de plenilunio el alma de Illi Yupanqui vaga por la quieta superficie de la laguna emitiendo tristes lamentos.

Mitos & leyendas

El mito de Ten-Ten y Cai-Cai
En la cosmovisión mapuche, el hombre actual tuvo su origen en el nag mapu o espacio territorial que se representa en la superficie del instrumento musical llamado kultrún. Aquí se narra cómo Cai-Cai, el espíritu de las aguas, luchó contra el de la Tierra, denominado Ten-Ten, ambos encarnados en serpientes.
Ten-Ten avisó a sus pobladores de las intenciones destructivas de Cai-Cai y de sus planes, que consistían en desbordar todas las aguas por las entradas del mar. La mayor parte de los pobladores de la tierra despreció la seguridad de las altas montañas y creyó que Ten-Ten les convertiría en piedras, peces u otros objetos y animales indestructibles por las aguas. Cuando Cai-Cai inició su ataque, obligó a Ten-Ten a elevar sus cumbres casi hasta la altura del Sol, pudiendo salvar a quienes se refugiaron en lo más alto de ellas. En cuanto a los pobladores de las llanuras, efectivamente les convirtió en piedras y peces, pero luego no pudieron recuperar su forma humana. Así, la leyenda de la gran inundación mapuche, equivalente al diluvio babilónico y hebreo, se une también a la leyenda de la creación de las diversas especies marinas.

leyendas de la zona central de Chile

La cachona
Como por lo general estas historias han sido transmitidas en forma oral, la versión original se ha ido modificando a través del tiempo, pero siempre sigue representando las vivencias propias de un lugar.
Muchas son las versiones que se han tejido en torno a la gran historia de la calchona. Mientras algunas personas se refieren a ella como una mujer fea y mala que ataca a los jinetes, otras dicen que, tomando forma de animal, ataca a los hombres desobedientes e infieles. Existe, además, la versión de la mujer que por las noches se transforma en diferentes animales. Aquí te presentamos una de ellas: cuenta la historia de un matrimonio que vivía sin problemas en el campo, junto a sus dos hijos. Sin embargo, la familia no sabía que la mujer era bruja y que en su hogar escondía varios frascos con unas cremas que, al aplicarlas sobre su cuerpo, le permitían transformarse en el animal que ella eligiese. Todas las noches realizaba el rito de colocarse los ungüentos y salir a pasear por los campos. En la mañana regresaba, se aplicaba sus cremas y volvía a recobrar la forma de madre.
Así pasó el tiempo, hasta que un día sus hijos la vieron, e imitando a su mamá se pusieron las cremas, transformándose en múltiples animales. Pero cuando quisieron volver a ser niños, no supieron cómo, y convertidos en animalitos se pusieron a orar. El padre despertó con los sollozos de los hijos, pero su sorpresa fue enorme, pues en lugar de verlos a ellos encontró solamente pequeños animales. Con inteligencia, logró encontrar el frasco con la pócima indicada y consiguió que los niños se transformaran nuevamente en niños; pero para evitar que les volviera a ocurrir lo mismo, tomó las cremas y las botó en las aguas de un río.
La madre, convertida en oveja negra, regresó a su casa, comenzó a buscar sus cremas por todos lados, y como no pudo encontnegra que vaga de noche sola por los campos, los campesinos saben que se trata de la calchona. Todos rarlas, quedó convertoda para siempre en ese animal. Por eso, cuando se siente balar una oveja acostumbran dejarle un plato de comida para que se alimente, ya que es totalmente inofensiva.